Pedagogía Trascendente

En el año de 2003, Pablo Torres Parés, publica la primera edición de su libro “El Arte de Educar” en la colección pedagógica “Aula XXI”, Ed. Santillana. En esta obra el maestro Torres describe los aspectos fundamentales de una nueva metodología de educación musical fundamentada en el paradigma de “Lo bello educa, lo bello transforma”.

Después de más de dos décadas en las que el Mtro. Torres se dedica a poner en práctica sus ideas pedagógicas tanto en una escuela de música, el Centro de Estimulación Musical desde 1997, como en un jardín de niños incorporado al sistema educativo nacional, el Liceo Integral de Fomento Educativo (LIFE) desde 2018; en 2021 publica en versión digital una segunda edición del libro, ahora de manera independiente y editado por él mismo, actualizada y ampliada con cuarenta años de experiencia y práctica educativa, así como los nuevos aportes de las neurociencias y la psicología moderna. Entre sus muchas aportaciones novedosas aparece la denominación de su metodología como “Pedagogía Trascendente”. Su paradigma educativo se perfecciona ahora como: “Lo bello educa, lo bello transforma, lo bello trasciende”.

La “Pedagogía Trascendente” es una metodología que propone a la actividad musical como el vehículo ideal para acercar a la infancia a lo bello y así transformar a la educación toda en un sistema de estimulación y educación integral, humana y realmente trascendente. La música se convierte en la “columna vertebral” que da sentido y razón al hecho educativo. El lenguaje escrito, el pensamiento matemático, la relación con el mundo y la sociedad, la actividad física, la salud, etc. así como el desarrollo musical, encuentran en la música el camino seguro de transformación que realmente se mantenga en el niño, lo desarrolle integralmente, lo proteja y lo emancipe.

No conforme con explicarlo detalladamente en su obra, Torres crea un jardín de niños en donde lleva a la práctica cotidiana dichas ideas pedagógicas en una escuela incorporada, que tiene como todas ellas supervisiones constantes, la obligación de cumplir con un plan oficial, dar resultados a los padres; en fin, una escuela como cualquiera otra. Ahí puede demostrar que es posible que los niños adquieran el desarrollo mental suficiente para enfrentar el proceso del lenguaje escrito de una manera natural, simple y feliz que les permita salir del preescolar no solo leyendo y escribiendo, sino, amando el placer de leer y disfrutando su estancia en las aulas educativas, que el pensamiento matemático se construya a través de los intereses del niño y brinde efectivamente un razonamiento cada vez más científico, que la paz sea un hecho natural y feliz entre todos los que conviven en el centro educativo, que la inclusión no sólo sea el hecho de meter a un niño con barreras de aprendizaje a su suerte entre los demás niños, sino que sea el lugar donde ellos encuentren la solidaridad, la seguridad, la amistad y el refugio que requieren para su emancipación, etc.

Torres declara que la música le ha permitido hacer posible en el aula preescolar los altos valores de la historia de la pedagogía como son el juego, la educación individualizada, el respeto a los tiempos de cada niño, la inclusión, etc. Así como los grandes aportes de la psicología, como los procesos constructivistas, el respeto al pensamiento del niño, etc. También los altos valores filosóficos pueden estar presentes en el desarrollo de la infancia. “Al niño, sólo lo mejor, pregona. En su escuela no es posible escuchar músicas que pudieran considerarse nocivas, insulsas o inadecuadas para los niños. Así, las otras artes también encuentran cabida en sus escuelas. Las artes plásticas, la literatura, la danza, etc. encuentran en ellas un sitio propicio para desarrollar su positiva influencia. Y, finalmente, describe con absoluta precisión el desarrollo musical desde el vientre materno, hasta el músico profesional en catorce grandes grupos o áreas de desarrollo, en total congruencia con los demás aspectos de la metodología. 

Por primera vez, una metodología de educación musical puede llevarnos a una educación integral y humana, mediante sus cuatro pilares: 

El pedagógico.

El psicológico.

El filosófico y

El musical.

La Pedagogía Trascendente representa, al menos, un camino alternativo a la educación tradicional en general y toda una revolución para la educación musical en particular. Ella recoge los grandes aportes de la pedagogía musical de los más importantes pedagogos musicales, como Kódaly, Orff, Willems y otros pero logra dar congruencia a los difíciles caminos de la construcción integral del músico profesional con todos y cada uno de los aspectos de los otros pilares: el filosófico, el pedagógico y el psicológico.